La Escuela de Ingeniería en Computación y Telecomunicaciones (EICT) de la PUCMM está convencida de que el vertiginoso avance de las ciencias de la computación y la Inteligencia Artificial está provocando un impacto sin precedentes, que cambiará de manera profunda el mundo en que vivirán los niños y adolescentes en las próximas décadas. Por tanto, ya no es suficiente para la actual generación de nativos digitales aprender a navegar en la web o aprender a utilizar tecnologías para comunicarse, sino que es imperativo formarlos para que conozcan como se construyen las cosas, como descomponer y resolver problemas, como diseñar sistemas y comprender las ramificaciones sociales y éticas de todas estas actividades.
La educación de vanguardia en ciencias de la computación que ofrece la EICT PUCMM hace que una alianza con el sistema educativo preuniversitario se traduzca en una manera efectiva para que estudiantes, docentes y centros educativos del país adquieran esta importante competencia del siglo 21, al igual que ya lo hacen las nuevas generaciones de los países desarrollados, en donde el pensamiento computacional es parte del currículo educativo desde los primeros años de formación. Mediante su Unidad de Pensamiento Computacional, busca acompañar a los centros educativos primarios y secundarios de los sectores públicos y privados de la República Dominicana en la adopción de una cultura de pensamiento computacional, de modo que el sistema educativo preuniversitario se dirija formar a los niños y adolescentes con una orientación a la solución de problemas desde el punto de vista de la ingeniería, y, además, lograr que las nuevas generaciones pasen de ser meros consumidores de tecnología a ser productores de ella.
Esto se alinea con las bases legales en donde descansa el sistema educativo dominicano. Con respecto a la educación y las TIC, destaca la ley general de educación 66-97, la cual establece en su artículo 8 que compete al Estado el “fortalecer y mejorar la enseñanza de la ciencia y la tecnología en todos los niveles educativos, educando para mejorar el uso de ellas y para evitar que las mismas impacten negativamente en personas y en el medio ambiente”. En su artículo 99 especifica, además, que entre las funciones del Ministerio de Educación en lo que concierne a la educación científica y tecnológica están el “fomentar el desarrollo de la innovación tecnológica en el sistema educativo, como medio de lograr una mayor eficiencia y apoyar la modernización del país, así como propiciar una cultura de adopción de los cambios provenientes del desarrollo científico” y el “revisar periódicamente los contenidos científicos de los planes de estudios de todos los niveles educativos a su cargo e incorporar al currículo los adelantos científicos y tecnológicos que vayan siendo acogidos por la comunidad científica internacional; así mismo, estimular en los educadores y educandos la valoración y dedicación a la ciencia como método de aproximación y conocimiento de la realidad”.